miércoles, abril 29, 2015

La bipolaridad del diablo

Vivimos una era negra, con una esperanza ahogada en llegar a ver una época mejor al final del túnel. Pero esa sensación no es la misma en todo el mundo, e incluso no la comparte mucha gente si les preguntas. Es casi una decisión tenerla. Alguien se está riendo de nosotros, alguien inteligente, estratega, casi brillante. Digo casi, porque incluso el diablo tiene temores. Y te voy a dar las pruebas.








Es una realidad que el miedo es un poderoso motor, si no el mayor, que moviliza a las personas. Tanto si eres un creador de miedo, como el que lo padece. Y no me malinterpretes, porque normalmente es al revés a como la mayoría lo ha entendido al leerlo: Los que lo padecen son los de "arriba", los que en esta época están a los mandos.

El problema surge cuando los que hemos delegado nuestras decisiones no ejercemos el miedo, no ofrecemos resistencia. Hemos perdido los instrumentos para hacerlo. En el siglo XVIII había un icono que lo hizo mucho, y muy a menudo: La guillotina. No tenemos una cyber-guillotina en el siglo XXI. Pero tenemos que inventarla, sin cometer los mismos errores del pasado.

El error es pensar, y me declaro culpable de cometerlo, que quienes siguen en los centros de poder no tienen moral, no distinguen el bien del mal, y que se justifican de forma que tengan la conciencia tranquila. Es posible que haya cierto grado de psicópatas en el gobierno, pero como dice el ministro de economía griego Varoufakis, hay que dejar de presuponer y asumir algo como una verdad, y no dejarnos influenciar por un periodismo sensacionalista y/o populista. Pero también dice lo siguiente, que curiosamente yo comparto de siempre: "Aquellos que ansían la política como carrera profesional deberían ser descartados inmediatamente, porque ansían el poder. La política debería realizarse a regañadientes".

Hay políticos que no quieren ser políticos, que lo ven como un sacrificio para ayudar a mejorar la situación actual. La mala noticia es que no sobresalen, o no están en puestos públicos donde se les pueda conocer y evaluar de forma transparente, y de eso ya se encargan los que dirigen internamente las filas. (De ocultar trapos sucios).

Las pruebas las tenemos cada día en la prensa, aquella que siga moralmente intacta, y no se haya dejado comprar o presionar. Es importante que te liberes de aquellas que ya no trafican con información fresca y realista, y te alimentes de las que sí lo son. Mi recomendación es que si no lo consigues, o incluso si crees haberlo conseguido, tengas información de los extremos para hacerte un juicio personal leyendo entre líneas. Hay que saber ver a través de las intenciones, y esa cualidad se entrena.

No podemos ignorar la situación, la política, y el presente. NO PODEMOS. Pero ir a votar no significa que lo estés haciendo bien. No está mal, pero no es suficiente, pues apenas significa que eres un actor más en la obra de teatro. Tienes que ser es GUIONISTA.

Por eso tenemos que ser nosotros los que empecemos a "emprender" también en política, aunque no nos guste, aunque de hecho puede que lo odiemos. Y cuidándonos de no dejarnos comprar, encandilar, por ese "anillo para gobernarlos a todos" que te quieren regalar al acceder a un cargo.

Cada ser humano, es por naturaleza bueno y malo potencialmente, y tenemos la capacidad de tomar la decisión correcta, incluido el diablo que todos llevamos dentro.